Yo también te quiero

Pedro Ripoll - 433 visitas

Querido Esposo:

Te estoy escribiendo esta carta para manifestarte que he decidido dejarte, por el bien de los dos.

He sido una buena mujer para ti estos siete años, y sin embargo no puedo decir que algo bueno me haya tocado a mi. Estas dos últimas semanas han sido un infierno:

Tu jefe llamó para decirme que hoy habías renunciado al trabajo, esa ha sido la gota que colmo el vaso. La semana pasada, llegaste a casa y no mencionaste nada sobre mi corte de pelo y el arreglo de mis uñas;

cociné tu comida favorita y hasta usé una nueva negligee.

Llegaste a casa comiste en dos minutos, y te fuiste directo a dormir después de ver el fútbol.

No me dices que me amas, no me deseas, ni nada. O me estás engañando con otra o no me quieres más.

Cualquiera que sea el caso, me quiero ir, te abandono.

P.D.

No trates de buscarme. Tu hermano y yo nos vamos a Canarias juntos. Que tengas una buena vida. Tu ex-esposa. CONTESTA EL MARIDO. Querida Ex-esposa:

Nada me hubiera causado mayor alegría que recibir tu carta. Es verdad que tú y yo hemos estado casados 7 años, aunque eso no significa que hayas sido una buena mujer . Todo lo contrario.

Yo veo continuamente el fútbol para tratar de ahogar el aburrimiento que me causan tus constantes quejas y malas actitudes.

Lastima que no funcionó nuestro matrimonio, porque yo te amaba.

Yo si noté que te habías cortado tu cabello, y la primera cosa que me vino a la mente fue: "¡¡¡Parece un hombre!!!" Pero mi madre me enseñó que si no puedo decir algo bueno de alguien, es mejor no decir nada.

Cuando dices que cocinaste mi comida favorita, debías estar confundiéndome con mi hermano, yo dejé de comer cerdo hace 7 años.

Me fui a dormir cuando te pusiste esa negligé, porque la etiqueta con el precio todavía estaba pegada a la prenda. Rogué que fuera coincidencia que mi hermano me pidiese 50 Euros esa misma mañana y que la etiqueta de tu negligé marcase 49,99.

Después de todo esto, como todavía te amaba, sentí que todavía podíamos resolver lo nuestro. Así, que cuando descubrí que me había ganado la loto de 50 millones, renuncié a mi trabajo para tener todo el tiempo para ti, y además compré dos billetes para Jamaica. Pero cuando llegué a casa, tú te habías marchado.

Todo ocurre por una buena razón, creo. Espero que tengas la vida que siempre deseaste. Mi abogado dice que por la carta que me dejaste, no recibirás ni un duro de mí. Así que cuídate mucho.

P.D.

No se si alguna vez te comenté esto antes, pero mi hermano Roberto, cuando nació, se llamaba Roberta.Confío en que esto no te suponga ningún problema.

pie_pagina

Copyright