Automedicación

Paco Monfort - 407 visitas

Un muchacho se gradúa de médico y el padre le regala un auto. Para estrenarlo se va solo a recorrer el norte del país. Llega a un pueblo y va a la estación de servicio a cargar combustible. La estación estaba vacía y nadie lo atendía. Toca la bocina y aparece un muchachito y le dice:

- Señor no lo va a atender nadie, se murió la hija del patrón y están todos en el velatorio.

El muchacho piensa ¿y ahora qué hago? Entonces, como no podía seguir, se va al velatorio. Se acerca al ataúd y ve algo raro. Llama al padre de la muerta y le dice:

- Yo soy médico y esta mujer no está muerta, está en un estado catatónico.

¿Tiene novio la chica?.

- Si. -dice el padre-.

Entonces el joven Doctor dice:

- Bueno, que lleven el cuerpo a una habitación y el novio le haga el amor.

- ¿En serio doctor?

- Sí, llévenla a la habitación y que el novio le haga el amor.

El novio se lleva a la semimuerta a la habitación, le hace el amor durante una noche y la joven resucita. La chica volvió en sí muy animada.

Todos festejan, cargan con gasolina el auto del doctor y éste sigue de viaje. A la vuelta del viaje después de varios días paseando por el norte, el médico decide pasar por el pueblo a ver como estaba la chica, a saludar a la simpática gente y cargar gasolina. Va a la estación de servicio y toca la bocina, y no había nadie.

Aparece el mismo muchachito de la vez anterior y le dice:

- Doctor, menos mal que volvió, hace una semana se murió el abuelo Don Zoilo, ya le ha dado por culo medio pueblo y todavía no lo pueden resucitar.

Moraleja: La misma medicina no sirve igual a todos. Y sobre todo...
¡¡¡No te automediques!!!

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